En el año 3333 el 3 de marzo todos los ordenadores explotaron.
Muchas personas murieron, en accidentes de coches, de aviones, de trenes, de barcos… Miles de millones de personas sucumbieron en el pánico.
Los políticos hablaron, y hablaron, y hablaron... Ni los políticos, ni los científicos encontraban el porqué de la situación.
La gente hizo más ordenadores pero ya nada se podía hacer, nada tecnológico funcionaría en la tierra.
Al principio fue duro, mucha gente salió a la calle a saquear, pero conforme iba pasando el tiempo la gente iba haciendo la vida mas sencilla, mucho edificios fueron demolidos para aprovechar el terreno, volvió la agricultura a todo el mundo, algunos iban de aquí para allá vendiendo con un carrito tirados de una mula.
Al cabo de 20 años, era como si no hubiera existido nunca la tecnología. Era un mundo sencillo para gente sencilla, todo el mundo se había acostumbrado a vivir sin tecnología, pero, ¿todo?
En Albacete estaba Roberto, un informático dispuesto a llegar hasta el fondo del asunto, en estos veinte años se había formado una leyenda, seguía habiendo un ordenador que funcionaba, y que gracias a él podría volver a nacer un mundo lleno de tecnología.
Roberto había estado investigando por su cuenta, pero no encontró nada. Un día le dejaron una nota que decía,” calle serrano a las 11:00, ven solo.”
Cuando fue, estuvo un rato esperando, cuando estaba pensando en irse vio a tres chicos que venían de cara a él.
- Yo soy Carlos, y estos dos son Miguel y Pablo.
- Yo soy…
- Ya sabemos quien eres, te hemos estado observando este tiempo. Queremos que te unas a nosotros, mañana por la mañana vamos camino a la Comunidad valenciana, a un pueblecito, donde está el ordenador.
- ¿A la Comunidad Valenciana? ¿andando? Pero… tardaríais semanas.
- Sí, pero lo más importante aquí es encontrarlo, mañana a las 5 de la mañana en la plaza del pueblo, si vienes te responderemos a todas las preguntas.
Y así concluyó la conversación.
A la mañana siguiente Roberto se presentó ahí, no podía hacer otra cosa. Ya estaban esperándolo cuando llegó.
El camino era duro, pero lo compensaba la buena conversación que tenían siempre.
- ¿Cómo encontrasteis la ubicación del ordenador?
- En Galicia, empezamos a investigar, un día nos enviaron una nota, era de un hombre, que nos contó toda la historia.
- ¿Qué historia?
- La de el ordenador, mira ya se que quieres saber más, pero el que mejor te la puede contar es Pepe, el hombre que nos envió la carta.
Siguieron andando hasta que por fin llegaron a su destino, estuvieron tres semanas andando hasta que por fin llegaron a Mutxamel, el lugar donde se encontraba el ordenador. La gente de allí, era como toda la demás después del cambio, era mas extrovertida, salían de su casa mas a menudo, los niños jugaban en la calle… Roberto entró en mercadona, porque tenía que aprovisionarse, las cajeras lo hacían todo a mano, ya tenían práctica, así que no tardo mucho en salir de ahí, después fue a la plaza franco, donde había quedado en reunirse con ellos, con ellos había otro hombre, Pepe, que también estaba buscando el ordenador, y había estado esperando ese día, desde que se puso en contacto con ellos, por medio de una carta.
Él tenía un mapa, pues se lo había dejado su mejor amigo antes de morir. Pepe les contó que el gobierno no quería que seres insignificantes encontraran el único ordenador que funcionaba en el mundo, así que, cuando su mejor amigo les avisó de su descubrimiento, fueron a matarle, y también a quitarle el mapa, pero su amigo era mas listo de lo que parecía, así que hizo un mapa falso, por si las moscas, y el verdadero le dijo a Pepe que lo guardara.
El mapa les indicaba que fueran al calvario, nada mas subir la cuesta de tierra, tenían que cavar, se pusieron a ello, pero, oh, la policía estaba allí, se lo tenían que haber supuesto, el gobierno no se quedaría de manos cruzadas. Los tres hombres bajaron a enfrentarse a ellos, mientras que Pepe y Roberto se ponían a cavar, cavaron en tres sitios diferentes antes de encontrarlo, y justamente cuando lo sacaron del agujero, se oyeron disparos, los policías al ver el ordenador se habían cansado de esperar y les habían disparado, no tenían mucho tiempo, pero a Roberto no le importó.
- Pepe, ¿porque lo enterraron?
- El dueño del ordenador al ver que el suyo era el único que iba, pensó, un mundo sin tecnologías, será un buen mundo para los niños, pero se equivocó. Roberto no hay tiempo, vete corre, coge el ordenador y huye, tu eres mas joven que yo, podrás despistarlos, yo los entretendré.
Dicho esto, bajó colina abajo, y le dispararon.
Pero Roberto no estaba tan seguro de que ese hombre se equivocara, recordaba su infancia, delante del ordenador todos los días, no salía a la calle, jugaba con otros niños online, y después recordó a los niños que acaba de ver, jugando con la pelota en la calle, sin preocupaciones, y además, ya no habría mas contaminación por los coches ni nada de eso.
La gente estaba dispuesta a morir por la tecnología, a matar por ella, así que lo que hizo fue coger la pala, y romper el ordenador, justo antes de que le mataran.